Cientos de perfiles de estudiantes de secundaria, preparatorias y universidades de la zona centro del país, forman parte de catálogos en los que se ofrece el intercambio o venta de fotografías íntimas, entre ellos los de alumnas de la Facultad de Ciencias de la Conducta (Facico) de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), en paro estudiantil desde el pasado viernes por estos hechos.
Las imágenes, tomadas sin el consentimiento de las chicas, son enviadas a través de la plataforma MEGA, un sistema de nube que encripta sus enlaces, y para acceder a los packs es necesario adquirir las contraseñas o, en su defecto, intercambiar gráficas también de carácter íntimo.
Los paquetes se ofertan desde redes sociales (Facebook y Twitter), en las modalidades de intercambio por otros packs o "aporte voluntario" que en ocasiones se fija en cantidades que van de los 500 a los 800 pesos.
Tan sólo en uno de los catálogos denominado "Los tengo", se aprecian 576 perfiles que además incluyen a integrantes del equipo femenil de tocho bandera de Potros Salvajes, de la Facultad de Derecho, Turismo y Gastronomía, por mencionar algunas.
Incluso, las hay de adolescentes de preparatorias (menores de edad), como la 3 y 4; De la Normal 1 de profesores, la Unitec, la universidad del Valle de México (UVM) y hasta de la Cdmx, entre otras.
Algunas capturas de perfiles datan desde 2012, lo que hace suponer que este esquema ya operaba desde al menos hace 8 años, en los plazos en que las jóvenes cursaban la secundaria.
En tanto, las denuncias de las alumnas de Facico en redes sociales refieren que Daniel, el alumno del que piden su expulsión por presuntamente hurtar y comercializar sus packs, se hacía pasar por homosexual, pues de esa manera podía convencer por igual a mujeres y hombres de que le facilitaran el acceso a sus cuentas, con pretextos como los de ayudar a una prima a "stalkear" a su ex, entre otros.
Otro modus operandi para conseguir el material, consistía en enviar, a través de perfiles falsos de chicas, fotos de desnudos o en lencería, fingir que se habían equivocado de remitente para iniciar la conversación, envolver al receptor y pedir que les enviaran fotos parecidas.
Dilcya Samantha García, fiscal central para los Delitos Vinculados a la Violencia de Género, dijo no conocer sobre un gran número de denuncias por delitos cibernéticos, aunque la incidencia va al alza.
"Es un delito que hemos tenido que atender cada vez más... (porque) está siendo más denunciado… muchas veces las víctimas ante está situación se sienten muy presionadas, muy amenazadas y no lo quieren denunciar, no es que el delito se esté incrementando, es que las víctimas están agarrando valor y buscando cómo parar la situación a través de las autoridades", justificó.
En el caso de la máxima casa de estudios de la entidad, admitió que ya hay denuncias de algunas alumnas ante el Centro de Justicia para Mujeres. Si bien no habló de los avances, afirmó que éstos casos suelen tener acompañamiento de la Universidad.
Sobre el tipo penal, indicó que podría considerarse acoso, abuso sexual, "incluso, en función de la edad de las víctimas, hasta podría ser pornografía infantil, y habría que darle vista a la Fiscalía de Trata de Personas".