Las palmas con la imagen de Jesús, se pudieron ver en gran parte de la comunidad de San Cristóbal Huichochitlan en Toluca, donde la gran mayoría de sus habitantes tejen para celebrar el Domingo de Ramos.
Sin embargo, este año fue diferente, ya que la contingencia por el Covid-19 no permite que los fieles católicos puedan celebrar el inicio de la Semana Santa.
"Lamentablemente con esta situación bajan las ventas, porque se cierran las iglesias donde se venden, no sólo aquí en San Cristóbal, también en Toluca, incluso en la Ciudad de México, donde nos vamos a vender año con año", señala Juan, vendedor de palma.
Con las manos entrecruzadas, bajo el rayo del sol y con una botella de agua es como aguardan las artesanas de palma, por sus clientes y que aún con las restricciones lleven su producto.
"Pues no perdemos la fe, ya mínimo pedimos que se venda la mitad para sacar lo que se invirtió, es el año más difícil que hemos tenido".
Actualmente en la zona otomí, existen aproximadamente tres mil personas que tejen palmas para la celebración del Domingo de Ramos.
"Hay gente que teje desde enero la palma, ya que vienen otras personas a comprar para revender, pero este año supongo que ni siquiera ellos van a venir".
Los pocos creyentes que se dieron cita en este lugar de la zona norte de la capital mexiquense, llevaron su palma aún cuando no recibieron la bendición.
"Cada año vengo por mi Palma, este año fue diferente pero no perdemos la fe, siempre tiene que estar presente, ahora más que estamos pasando por esta situación", comentó Ana Laura, ama de casa.
Este año la Semana Santa, fue diferente, sin embargo, quienes dependen económicamente de esta fecha salen a la calle, con la esperanza de un ingreso para poder "pasar" el día día.