Una gasolinera ubicada en el municipio de Tecámac en el Estado de México, que entregaba menos combustible fue detectada por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Sin embargo, pese a la evidencia, el establecimiento se opuso a que le colocaran sellos de inmovilización a las bombas.
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Y es que de acuerdo con la dependencia durante la visita de verificación en Servicios Ecológicos San Francisco se detectaron faltantes de hasta cinco o seis por ciento en sus 12 mangueras.
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La Profeco, es la única institución que puede entregar el sello amarillo luego de evaluar, analizar, verificar y así mismo comprobar que vendan el producto que realmente está comprando el cliente.
Así, luego de que se estipuló que es de carácter obligatorio que se tenga el sello amarillo o de lo contrario hay riesgo de que no te den litros de a litro.
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Esto es el reflejo de que las bombas de los establecimientos están debidamente calibradas para despachar los litros de gasolinas correspondientes a los que solicita el usuario.
Incluso, es importante que los dueños de las gasolineras sepan que este sello amarillo sustituirá a los viejos hologramas de líneas rojas y verdes.