Debido a la cancelación de las actividades públicas que impliquen grandes aglomeraciones de personas para evitar la propagación del COVID-19, las celebraciones eclesiásticas y populares del Jueves Santo este año fueron limitadas, pero a través de la televisión y redes sociales, fueron transmitidos los actos religiosos, celebrados a puerta cerrada.
Durante la homilía de la celebración que conmemora la última cena, el arzobispo de Toluca, monseñor Francisco Javier Chavolla Ramos, resaltó que este acto recuerda el sacrificio de amor y humanidad de Cristo por la humanidad, pues en medio de la pandemia actual por COVID-19, se ha hecho presente en el personal de salud que arriesga sus vidas en la atención y cuidado de los pacientes infectados, así como en los padres de familia que ven por sus hijos durante el aislamiento, en los responsables al cuidado de los ancianos y personas vulnerables y quienes comparten su pan con los pobres y necesitados.
“Que Cristo nos fortalezca a todos y sigamos enfrentando con espíritu cristiano esta adversidad”, añadió después de pedir por las personas que se encuentran en angustia por no tener trabajo ni sustento.
Este Jueves Santo se cancelaron el lavatorio de pies y la visita de las Siete Casas, pero sí se llevó a cabo la bendición del pan desde los hogares, donde con anterioridad se pidió a las familias que lo acostumbran, tenerlo preparado a la hora de la celebración.
La Arquidiócesis de Toluca continuará transmitiendo las celebraciones a través de Televisión Mexiquense y Facebook; situación replicada en varias comunidades, cuyos párrocos llevan a la población católica las celebraciones a través de sus redes sociales.