Un grupo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv, Israel, está explorando un nuevo campo de estudio llamado “Bioacústica digital”, que consiste en entender el lenguaje de animales, inicialmente abejas y murciélagos, empleando inteligencia artificial (IA).
Para ello, el novedoso sistema se apoya en grabadores de campo portátiles, los cuales funcionan como micrófonos miniaturizados ubicados dentro de los entornos naturales: desde ramas de los árboles hasta lomos de ballenas.
Una vez instalados, estos dispositivos registran, ininterrumpidamente, sonidos durante 24 horas al día, generando al mismo tiempo altos volúmenes de datos. Después, los científicos a cargo del proyecto aplican algoritmos de procesamiento de lenguaje natural, similares a los de Google Translate, para identificar patrones en dichas grabaciones y comenzar a entender la comunicación animal.
En ese sentido, se revelaron dos casos destacados. Conócelos a continuación:
-Murciélagos: El científico Yossi Yovel decidió trabajar con murciélagos egipcios, especie que cuenta con un cerebro muy similar al humano y además usan ecolocalización para interferir en su comportamiento.
Yovel tomó la grabación de audio y video de casi dos docenas de ejemplares, recopilados durante un periodo de dos meses y medio. Tras adaptar un programa de reconocimiento de voz para analizar 15 mil sonidos registrados, el algoritmo identificó sonidos específicos relacionados a interacciones sociales, como luchas por comida o disputas por lugares para dormir.
-Abejas: Por su parte, el profesor Tim Landgraf optó por llevar estos avances a las abejas.
Los resultados indicaron que estos insectos utilizan sonidos y movimientos corporales para comunicarse entre sí. De igual manera se identificaron señales específicas que demuestran diversos mensajes, como peligro o información valiosa sobre la ubicación de néctar.