La hormiga roja de fuego (Solenopsis invicta) es considerada una de las peores especies invasoras de todo el mundo. Y es que en los últimos años, el insecto originario de Sudamérica ha logrado extenderse por México, el Caribe, Estados Unidos, China y Australia.
Ahora, por primera vez, la comunidad científica detectó a la hormiga roja de fuego en el continente europeo. Sin embargo no viene sola, pues el cambio climático está fungiendo como su aliado.
De acuerdo con un nuevo estudio publicado por la revista científica Current Biology, la población de estos pequeños invasores ya se encuentra distribuida en un total de 88 nidos, repartidos en 5 hectáreas que colindan a la ciudad de Siracusa en Sicilia, Italia.
Por si fuera poco, la misma investigación advirtió que los efectos del calentamiento global ayudarán a los insectos en su misión de propagarse por el resto de Europa, pues el clima en la mitad de las zonas urbanas del continente es el ideal para que proliferen.
En cuanto a las consecuencias de esta invasión, la hormiga roja de fuego impacta negativamente en los ecosistemas, la agricultura y la salud humana. Sobre este último punto, el contacto está asociado al dolor, irritación en la piel e incluso reacciones alérgicas.
Para los autores, la detección y las acciones tempranas son fundamentales a fin de gestionar una posible crisis.