Un grupo de investigadores de la Universidad de Texas, Estados Unidos, descubrió los restos de una nueva especie de aetosaurio, un ancestro prehistórico del cocodrilo, el cual vivió hace aproximadamente 215 millones de años.
Bautizado como Garzapelta muelleri, este reptil, perteneciente al periodo Triásico, se distingue por su coraza dorsal fosilizada, misma que fue recuperada en un estado de conservación del 70%, incluyendo piezas importantes: desde la región del cuello y hombro, hasta el final de la cola.
Tras ello, los autores compararon el esqueleto del ancestro con otros aetosaurios antiguos, encontrando similitudes significativas, pero también características únicas que confirmaron su clasificación como una nueva especie.
“La formación de las placas osteodérmicas, y las marcas y crestas distintivas en los huesos de Garzapelta, lo diferencian de sus parientes más cercanos”, indicó William Reyes, líder del estudio publicado en la revista The Anatomical Record.
“Garzapelta es un gran ejemplo de lo impresionantes que son estos animales, y resulta increíble estar en una posición para presentar al público estos `tanques caminantes´ que existieron hace millones de años antes de los dinosaurios anquilosaurianos”, añadió.
Vale la pena mencionar que la elección del nombre, Garzapelta muelleri, rinde homenaje al lugar donde fue encontrado, el condado de Garza, y a Bill Mueller, paleontólogo de Texas Tech University, quien inicialmente desenterró el esqueleto del ejemplar a mediados de 1989.