Navegar sobre la superficie del mar no representa un reto para las nutrias marinas; por el contrario, debido a su poderoso metabolismo, son capaces de generar calor aunque se encuentren completamente inmóviles. Lo más interesante es que ningún otro animal del planeta comparte dicha característica, la cual también les permite sobrevivir en temperaturas bajas y comer sin descanso.
Para entender a detalle cómo es que funciona este mecanismo, hay que mencionar que estos animales se alimentan mayormente de algas, serpientes, anfibios, peces y crustáceos pequeños. Gracias a esta dieta, les es fácil encontrar fuentes de comida con facilidad; además, favorece que sus músculos estén en constante actividad: cazar y nadar no es una tarea fácil para las dimensiones de sus cuerpos.
Sin embargo, el camino evolutivo de la especie les ha permitido convertir la comida directamente en calor. De acuerdo con un estudio liderado por Traver Wright de la Universidad de Texas, los músculos de estos animales se ven directamente beneficiados, mucho más que los de cualquier otro animal conocido; incluso en las aguas heladas, por las que se mueven durante la mayor parte del año, son capaces de mantener su temperatura corporal sobre niveles favorecedores.
Esta soprendente conversión de energía se conoce científicamente como Termogénesis, y les ha permitido adaptarse a las variaciones del clima sin alterar sus condiciones orgánicas.
De todos los mamíferos en el océano, las nutrias marinas cuentan con el pelaje más denso y por esta razón, se ven obligados a quemar mucha energía durante el día. En contraste, su tasa metabólica es hasta 3 veces más grande de lo que podría esperarse para un ejemplar de su tamaño.
“Sabíamos que estos chicos tenían una tasa metabólica tan alta, pero no estábamos realmente seguros de dónde venía esa energía”, explica Wright, él experto que junto a su equipo descubrieron la maravillosa capacidad de las nutrias marinas de generar calor incluso sin moverse.