Desde los inicios de la civilización, el burro ha acompañado al ser humano; sin embargo, hasta hace poco nadie tenía claro su origen, por lo que este enigmático animal seguía escondiendo misterios relacionados a su biología.
Ahora, transcurridos miles de años, científicos de 37 laboratorios alrededor del mundo, encabezados por el Centro de Antrobiología y Genómica de Toulouse, Francia, lograron desvelar el genoma de los burros y por lo tanto, su origen.
Para realizar el mapeo genómico más extenso jamás hecho del burro, los involucrados estudiaron el material genético de 207 ejemplares que actualmente habitan en diversos rincones de nuestro planeta, así como el de 31 especímenes antiguos y 15 equinos salvajes.
Los resultados, publicados en la revista Science, indicaron que este simpático mamífero fue domesticado por primera vez hace más de 7 mil años al este de África. Dicha época coincide con el tiempo en el que el Sahara se convirtió en el desierto que conocemos ahora, situación que habría dotado a los burros de gran resistencia física, capaces de superar todo tipo de climas y tareas.
Asimismo, los expertos encontraron que los burros arribaron a Europa y Asia alrededor de 2 mil 500 años después de su domesticación, desarrollando así linajes que hoy día todavía perduran.
Sin duda, la historia del burro es más que interesante y refleja nuestras prácticas con animales, así como la estrecha relación entre nuestra civilización y su presencia.