En la década de los 80´s, el futuro del cóndor californiano (Gymnogyps californianus) lucía desalentador. Y es que después de casi un siglo de estar en declive, la población de esta ave en toda la costa oeste de Estados Unidos se había reducido a mínimos históricos. Prueba de ello es que los registros señalaban que únicamente quedaban poco más de 30 ejemplares a nivel mundial.
Desde entonces, diversas organizaciones a favor de los animales, como el San Diego Zoo Wildlife Alliance, han realizado múltiples esfuerzos para restablecer a la especie en su rango histórico natural.
Afortunadamente, dichas acciones comenzaron a cosechar sus frutos, pues luego de 130 años de rozar la extinción, hoy en día el cóndor californiano puede estirar sus alas nuevamente entre los bosques occidentales de Estados Unidos.
Según Nacho Vilchis, oceanógrafo del instituto californiano, a partir de 1992, cada año se liberan entre 20 y 30 nuevos ejemplares, provenientes de sitios de reproducción.
Sin embargo, todavía falta mucho camino por recorrer para lograr el objetivo principal; por lo que el especialista, junto con el San Diego Zoo Wildlife Alliance, firmaron alianzas con las autoridades de México para expandir, aún más, los horizontes del cóndor californiano.
En Baja California, piensa Vilchis, el ave tiene altas posibilidades de cobrar fuerza, pues el Parque Nacional Sierra de San Pedro Mártir reuné las condiciones necesarias para que la especie pueda reapropiarse del territorio en libertad.
“El sitio tiene que ser amplio, porque los cóndores buscan carroña. Antes había más depredadores que dejaban restos para las aves. Hoy, tiene que haber más espacio para que encuentren comida”, asegura el experto.
Hoy en día, el reto más grande para la especie es la reproducción. En el mejor de los casos, explica Vilchis, una hembra pondrá un huevo cada año y medio, debido a que no puede incubar otro hasta que el polluelo sea independiente.
A pesar de que la tasa de reproducción es lenta, el proyecto de reinserción en México permitirá que los cóndores respiren nuevos aires: “La meta es recuperar la especie en su rango histórico. Desde Canadá hasta Baja California. México es parte de esto, y el sitio de liberación aquí es el mejor de todos”, concluye el profesionista.