Los insectos polinizadores más antiguos de los que se tiene registro, catalogados como neurópteros del Jurásico superior, aparecieron hace unos 163 millones de años, mucho antes que las primeras plantas con flores, reveló un reciente estudio publicado en la revista Trends in Ecology & Evolution.
El presente trabajo, elaborado por la Universidad y el Instituto Botánico de Barcelona, en España, es el primero en su tipo que establece un protocolo para identificar y clasificar insectos polinizadores del registro fósil.
En ese sentido, la investigación determinó aquellos criterios para diferenciar un insecto polinizador de un supuesto polinizador en el registro fósil.
Según el grupo de científicos, liderado por Constanza Peña Kairath, estos animales se han encontrado tanto en yacimientos de roca como de ámbar, y es justamente en los primeros que se están estudiando los primeros indicios de la polinización de plantas por insectos a lo largo del planeta.
“Hoy día, las angiospermas, o plantas con flores, dominan la mayor parte de los ecosistemas terrestres del planeta; pero no ha sido siempre así, ya que éstas aparecieron durante el Cretáceo inferior y se diversificaron durante el Cretáceo superior, es decir, hace unos 100 millones de años, reemplazando así a los bosques dominados por coníferas, ginkgos, cicas, etc.”, explicó la investigadora.
“Consideramos que las angiospermas interactuaron con insectos polinizadores desde que aparecieron en la Tierra. Seguramente, sus primeros polinizadores fueron insectos generalistas (escarabajos o moscas), que previamente ya estaban polinizando otras especies de plantas o árboles, ya que se conocen distintos fósiles en ámbar cretáceo en los que existían agentes similares”, detalló.
En total, el estudio identificó a 183 familias de insectos de 10 órdenes diferentes que se consideran polinizadores de angiospermas, al tiempo de fijar cuando aparecen en el registro fósil a fin de elaborar una clasificación de los insectos fósiles que, hasta ahora, se habían descrito como polinizadores.
Finalmente y a partir del análisis de todo el registro fósil, Kairath junto a su equipo concluyó que todos los órdenes de insectos contemporáneos con alguna especie polinizadora habitaban antes de la aparición de las primeras plantas florales durante el Cretácico inferior.