El pasado domingo 23 de octubre, Jahrah, una mujer de 54 años, salió de su hogar para ir a trabajar en una plantación de caucho, ubicada en el distrito de Betara, Indonesia.
Sin embargo, ese momento fue el último en que se le vio con vida. Ante su prolongada ausencia, su esposo inició una intensa búsqueda, la cual, con el pasar de las horas, se volvió más oscura debido a que se encontraron varias pertenencias de la mujer en la zona.
Luego de aproximadamente tres días, la policía local contactó al sujeto para comunicarle un escalofriante hallazgo: un cadáver dentro de una enorme serpiente pitón (Phytonidae).
Según las autoridades, durante la búsqueda, vecinos de la localidad se toparon con un ejemplar de un tamaño más que considerable, por lo que tomaron la decisión de capturarlo. Después, procedieron a abrirlo para descubrir si en su interior podían hallar rastros que les brindaran información sobre el paradero de Jahrah.
“Cuando el equipo de seguridad y los residentes realizábamos una búsqueda alrededor de la plantación de caucho, encontramos una pitón de unos 7 metros de largo. Tras atraparla y abrirla, hallamos el cuerpo de la víctima en su estómago”, informó el jefe de la policía local AKP S Harefa, al mismo tiempo de confirmar el triste desenlace del caso.
De igual manera, señaló, se iniciará una investigación para determinar cómo sucedieron los hechos, pese a que poco podría conocerse debido a las singulares circunstancias y la aparente falta de testigos oculares.
Cabe mencionar que esta no es la primera vez que se registran casos similares en el país asiático, ya que en 2017 y 2018 la misma especie de reptil estuvo involucrada en tomar como presas tanto a animales como a personas, lo anterior gracias al tamaño de su mandíbula con ligamentos flexibles que le permiten atacar sin importar dimensiones.