Cinco gorilas de montaña, una especie en peligro de extinción, nacieron durante las últimas seis semanas en Uganda.
La Autoridad para la Vida Salvaje (UWA, por sus siglas en inglés) consideró que estos nacimientos son parte de un "baby boom" que se registra desde finales de abril en el Parque Nacional del Bosque Impenetrable de Bwindi.
Gladys Kalema-Zikusoka, fundadora de la organización Conservación a través de la Salud Pública (CTPH, por sus siglas en inglés), afirmó que la noticia es positiva ante el aumento de caza furtiva de estos primates.
"Es una noticia muy esperanzadora en mitad de un momento difícil, ya que con la caída del turismo debido al Covid-19, muchos ugandeses han perdido sus métodos de subsistencia y el furtivismo ha aumentado", comentó.
Los gorilas de montaña habitan en una cordillera de volcanes extintos ubicada en la frontera entre Uganda, Ruanda y la República Democrática del Congo.
En la actualidad existen alrededor de mil 60 ejemplares, de acuerdo con el último censo publicado a finales del año pasado.
Jordi Galbany, primatólogo de la Universidad de Barcelona, España, explicó que estos animales son los únicos grandes simios con poblaciones en aumento.
En 2018, el gorila de montaña (Gorilla beringei beringei) pasó de la categoría "En Peligro Crítico" a sólo "En peligro" en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
"Sin embargo, no podemos dormirnos. Debemos permanecer en alerta porque las poblaciones de gorilas de montaña aún son pequeñas y muy localizadas", advirtió Galbany.
Desde que fue descubierta esta especie en 1902, ha tenido que resistir guerras, cacería ilegal, destrucción de su hábitat y enfermedades, apunta el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
Sus amenazas son tantas que a finales del siglo 20 se pensó que los gorilas de montaña estaban extintos.
A decir de Galbany, sólo quedan un puñado de bosques adecuados para la especie, por lo que su número no podrá crecer mucho más.
"Aún así, debemos celebrar los últimos nacimientos como otra victoria para preservar el futuro de la especie. Gracias a estas crías, la variedad genética de las poblaciones futuras será mucho más variada y prometedora", aseguró.