A pesar de catalogarse como una de los insectos más emblemáticos de Norteamérica, la mariposa monarca (Danaus plexippus) está nuevamente en medio de un debate crítico. Y es que antes del próximo 4 de diciembre, Estados Unidos debe decidir si le otorga protecciones dentro de la Ley de Especies en Peligro de Extinción.
De hacerlo, el estado de la mariposa monarca implicaría reglas de protección más estrictas, así como una mayor cooperación con México, Canadá y comunidades locales.
Al mismo tiempo, alrededor de 20 organizaciones ecologistas estadounidenses pidieron al Congreso local aumentar los fondos destinados para el Programa Internacional del Servicio Forestal a 30 millones de dólares, a fin de evitar la extinción de la mariposa monarca y apoyar un esfuerzo con nuestro país para salvaguardar al abeto oyamel, amenazado por la tala ilegal, la conversión de tierras para la agricultura y el cambio climático.
En caso de aprobarse dicha cifra, podría significar una mayor regulación sobre el uso de pesticidas y la protección de hábitats clave, como aquellas zonas donde crece el algodoncillo, planta esencial para la reproducción de la especie.
De acuerdo con datos oficiales, la temporada 2024 registró un retraso de hasta cuatro semanas en la migración anual de colonias contabilizadas de mariposas monarca de más de 4 mil kilómetros: desde Estados Unidos y Canadá, hasta los bosques del Estado de México y Michoacán.