El mito de los cementerios de elefantes está profundamente arraigado en la cultura popular, y ahora un estudio reciente de los restos de cinco crías enterradas da credibilidad a lo que hasta hace poco era considerada una leyenda.
Publicada en la revista Journal of Threatened Taxa, esta investigación describe que los pequeños elefantes fueron enterrados con las piernas en posición vertical dentro de zonas de riego de plantaciones de té al norte de la región de Bengala, en la India.
“El terreno circundante está compactado por las patas de varios elefantes y las cinco crías tienen lesiones que sugieren un arrastre tras la muerte. Estas son las razones que apuntan a prácticas de enterramiento intencionado”, precisan los autores.
En primera instancia, quizá sea arriesgado eliminar los entierros de la lista de prácticas exclusivamente humanas, pero el anterior informe resulta, al menos, intrigante.
Y es que los investigadores no observaron directamante ninguno de los actos, por lo que se abren muchas interrogantes. Es posible que las crías, muertas o muy débiles, cayeran en las zonas mientras eran transportadas, provocando que su familia entrara en pánico y debido al movimiento se derrumbara la zanja alrededor de los cuerpos.
Sin embargo, los informes son coherentes con lo que hasta el momento se sabe acerca de las reacciones de los elefantes ante la muerte, pues existe evidencia de ejemplares cargando cadáveres de bebés, y a menudo demuestran cambios de comportamiento cuando se acercan a uno perteneciente a un miembro del grupo o de otro individuo.
Las respuestas de estos paquidermos van desde el silencio, olfatear y tocar partes del espécimen sin vida con la cabeza baja, hasta incluso mover o tratar de despertar los restos y, en raras ocasiones, colocar barro o grandes hojas de palmera sobre los mismos.