Horas de máxima tensión se vivieron este fin de semana en un parque de Tailandia, luego de que una elefante junto a su bebé cayeran en una zanja de aproximadamente dos metros de profundidad.
Para su mala fortuna, la cría, de un año de edad, se atascó en un tubo de drenaje perteneciente a un complejo hotelero ubicado cerca del Parque Nacional de Khao Yai, al noreste del país asiático.
Al darse cuenta de esta situación, la madre, de diez años, se puso “histérica” y tuvo que ser sedada por los rescatistas; sin embargo, debido a las malas condiciones climáticas, ella igualmente se desplomó por el agujero.
En ese momento, la operación de rescate, liderada por la veterinaria Chanannya Karnjanasaka, tuvo que ser ejecutada a marchas forzadas con la ayuda del hotel, líderes comunitarios y agentes del propio parque nacional.
Luego de tres horas de labores, ambos ejemplares fueron sacados del hoyo; pero la misión no terminó ahí, ya que la especialista se vio obligada a prestar auxilios médicos y “estimular el corazón” de la elefante madre, pues la enorme paquidermo había dejado de respirar debido al impacto.
“Ella recobró la conciencia después de que fuera estimulada tanto por mí como por su bebé, que insistía en succionarle las tetas”, explicó Karnjanasaka.
“Estamos muy contentos de que la madre y la cría estén a salvo. Este fue el resultado del arduo trabajo de todas las partes involucradas en el rescate”, destacó.
De acuerdo con organizaciones a favor de los animales, actualmente unos 3 mil elefantes salvajes viven amenazados en los bosques tropicales de Tailandia. Lo anterior por la creciente deforestación y la caza ilegal.