El primer impulso de muchas personas al encontarse con una cucaracha es gritar. Sin embargo, quienes logran mantener la calma inmediatamente recurren a algún pesticida para deshacerse lo más pronto de estos insectos; pero un estudio reciente en los Estados Unidos demostró que eso, justamente, es lo que no se tiene que hacer para erradicarlas.
Los científicos señalan que las cucarachas, al estar en contacto constante con las sustancias que originalmente las mataban, ahora han desarrollado nuevas capacidades de supervivencia; pues no sólo se han hecho más resistentes, sino más agresivas con otros insectos.
Lo anterior es aún más evidente en la especie conocida como cucaracha alemana (Blatella germanica), la cual hace ver a los pesticidas como productos químicos totalmente inútiles en contra de ellas.
Al respecto, la mayor preocupación del líder de la investigación, Chow-Yang Lee, es que estos animales acarrean diversas enfermedades transmisibles a las personas, entre ellas una amplia variedad de alergias, asma y salmonela. Por si fuera poco, las cucarachas alemanas se caracterizan por ser invasivas en los hogares humanos.
Por el momento, aún no está del todo claro si estas cucarachas súper-resistentes se originaron al sureste de Asia o en África. Sin embargo, lo que sí es una realidad es que, debido a las dinámicas del envío mercantil global, esta especie es la más extendida por todo el mundo.