Un grupo de investigadores australianos se encontró con un ejemplar extremadamente longevo, mientras analizaba la temperatura cambiante del océano y cómo esto afecta a la biología de los peces de arrecife. Se trata de un pez conocido como pargo de medianoche (Macolor macularis), el cual dejó sin palabras a los especialistas cuando descubrieron que tenía la edad de 81 años, 20 años más que el pez de este tipo de hábitat marino más viejo registrado hasta la fecha: un pez de roca del mar Caribe, de 61 años.
En el estudio recientemente publicado en la revista Coral Reefs, los autores indican que el viejo pargo fue capturado en las costas del noroeste de Australia, en aguas del Océano Índico.
“Es simplemente increíble que un pez haya vivido en un arrecife coralino por tantos años. El pez más viejo que habíamos encontrado hasta ahora en aguas someras y tropicales tenía unos 60 años”, señaló Brett Taylor, ictiólogo que ha liderado el trabajo científico.
Para determinar su edad, los científicos analizaron un hueso situado en el oído de estos animales, el otolito, el cual no deja de crecer y en el que, de manera similar a los anillos de un árbol, los años van dejando su huella.
Este descubrimiento cobra aún más relevancia debido a que el creciente calentamiento de las aguas donde nadaba el pargo dificulta de manera importante que se alcancen estos récords de longevidad entre estas especies: “Lo más importante es entender cómo la temperatura afecta al crecimiento y la esperanza de vida de estos ejemplares. Para el 2100 dudo que tengamos más pargos de 80 años”, añadió Taylor.
Los pargos de medianoche suelen habitar en aguas someras y son una especie nativa de países como Japón y Australia, así como de otras naciones asiáticas y oceánicas. Además, son parientes cercanos de los pargos, un animal marino que suele pescarse para el consumo humano.