Desde hace más de cuatro años, los especialistas en serpientes no reportaban el avistamiento de la especie conocida como coronada de roca (Tantilla oolitica), ya que es una de las más raras de los Estados Unidos.
Sin embargo y para sorpresa de todos, este animal reapareció pero no en las mejores condiciones. Resulta que el raro ejemplar se encontraba sin vida a causa de asfixia luego de que intentara devorar a un ciempiés gigante (Scolopendromorpha).
Así como lo lees. El hallazgo del cuerpo tuvo lugar en el Parque Estatal de Arrecifes de Coral “John Pennekamp”, ubicado en el estado de Florida, cuando un visitante encontró a la serpiente muerta con el gigantesco insecto sobresaliendo de su boca.
No obstante, aunque la versión de la muerte es la anterior mencionada, los expertos también sugieren que el extraño reptil pudo ser víctima de una dosis letal del veneno del ciempiés.
Las serpientes coronadas de roca no son venenosas y se caracterizan por tener la cabeza negra y el cuerpo de color bronceado rosado. En promedio, un espécimen puede llegar a medir entre 15 y 28 centímetros de largo.
Debido a que viven debajo de las rocas, escombros o cavidades de piedra caliza, los avistamientos de este animal son realmente inusuales, por lo que podría decirse que se trata de una especie casi desconocida.
“Las serpientes coronadas de roca nunca han sido fáciles de encontrar en Estados Unidos ni en ningún otro lugar, ya que estas pequeñas excavadoras pasan la mayor parte del tiempo escondidas, y normalmente sólo se ven después de que las fuertes lluvias las obligan a salir de la superficie”, explica Kevin Enge, científico y autor del estudio publicado en la revista The Scientific Naturalist.
“Para los amantes de las serpientes que mantienen una lista de vida de especies, las coronadas de roca son el `Santo Grial´ de Florida”, concluye.