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Publicado en VIDA SALVAJE

¡SON COSA SERIA! Cefalópodo logra superar un test diseñado para niños

Lunes, 24 Febrero 2025 00:01 Escrito por 
Físicamente, llaman la atención por la forma de su cabeza y múltiples tentáculos Físicamente, llaman la atención por la forma de su cabeza y múltiples tentáculos Redes

Desde su descubrimiento hace muchísimos años, los cefalópodos son considerados animales tanto interesantes como enigmáticos. Hoy día, se sabe que habitan casi todos los mares del mundo, distribuidos en alrededor de 200 especies.

Físicamente, llaman la atención por la forma de su cabeza y múltiples tentáculos; mientras que a nivel cognitivo no se quedan atrás, pues numerosos estudios han demostrado su inteligencia y alta capacidad de adaptación.

Una de sus mejores representantes en este campo es la sepia común (Sepia officinalis), capaz de recordar qué, dónde y cuándo comió por última vez. Sin embargo, recientemente se demostró que también pueden superar tests diseñados para niños.

Así como lo lees. Según un nuevo artículo publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B, una ejemplar de sepia aprobó la denominada “Prueba del Malvavisco”, con la que se suele determinar la capacidad de los más jóvenes para aplazar la gratificación.

Originalmente, este examen consiste en ofrecer un dulce a un niño y explicarle que, si no lo come, podrá obtener más en un rato. Los aplicadores consideran que el niño pasa el test si resulta capaz de rechazar la golosina para esperar un “premio mayor”.

En el caso de este cefalópodo, los investigadores modificaron la prueba. Mostraron al animal dos tipos de alimentos, uno más apetecible que el otro; luego, colocaron la comida detrás de dos puertas marcadas con figuras simples (círculo y cuadrado); y después hicieron saber al espécimen que las puertas se abrirían después de un tiempo determinado.

La primera puerta que se abría era la del alimento no tan apetecible, y pasado un tiempo lo hacía la que ocultaba la comida favorita de la sepia (camarones). Cuando ella comía lo que había tras la puerta que se abría primera, se le retiraba el contenido de la segunda. En cuestión de algunos ensayos, aprendió a que si esperaba un poco podría comer algo mejor.

“Consideramos que esta habilidad podría tener su explicación en la estrategia de las sepias para cazar. Ellas suelen camuflarse y esperar a que sus presas se acerquen para poder emboscarlas. Cuando atacan, pierden su camuflaje, lo cual podría ahuyentar a otras presas, volviéndolas vulnerables ante depredadores”, precisan los autores.

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