Cada cierto tiempo aparecen en el mundo hermosas iniciativas destinadas a llevar el arte hacia todos los rincones que se necesiten.
Un increíble ejemplo sobre esto es Paul Burton, un pianista inglés que desde hace ya varios años interpreta sus melodías en medio de la jungla tailandesa, teniendo como público a un grupo de elefantes.
Así como lo lees. Resulta que un buen día, este connotado ambientalista decidió dejar atrás su vida de intérprete para llevar la música clásica a un sitio al que nunca había llegado: la naturaleza.
Según cuenta Burton, su misión no es otra que aportar un grano de arena para revertir la terrible explotación que los paquidermos tailandeses padecen día con día, pues durante su larga existencia han sufrido toda clase de maltratos.
Precisamente, uno de sus fanáticos más fieles es “Mongkol”, elefante de 60 años que pasó gran parte de su vida en cautiverio realizando la difícil tarea de arrastrar árboles por el bosque, lo cual le valió la pérdida de un ojo y un colmillo. Sin embargo, lo anterior no es impedimento para que disfrute las piezas clásicas, sobretodo de Beethoven.
“Tras varios conciertos, descubrí que `Mongkol´ es extremadamente dócil y sensible, pues le gustan los movimientos lentos de Beethoven. A veces se los toco de día y de noche”, relata.
Debido a su gran éxito con los elefantes, Paul Burton ha sido llevado en diferentes ocasiones al santuario Elephant World, un espacio natural ubicado en el pueblo de Kanchanaburi, donde un grupo de especialistas velan por la salud y condiciones de vida de esta invaluable especie.