Si eres fan de Disney o un amante de las películas en general, seguramente en algún momento de tu vida viste la película “Bichos”, estrenada en Estados Unidos en el año 1998.
Como recordarás, uno de los personajes principales de la trama es la “Reina Madre”, la hormiga reina de la colonia que tiene una mascota que lleva a todos lados, el inconfundible pulgón “Aphie”.
Pero ¿sabías que en la realidad los pulgones y las hormigas tienen una relación bastante peculiar? A grandes rasgos, los primeros son como el “ganado” de las hormigas; es decir, unos producen y ordeñan a cambio de protección y supervivencia.
Así lo dio a conocer una reciente investigación hecha por científicos de la Universidad de Valencia, en España; la cual descubrió una interacción laboral, por demás curiosa, entre ambos insectos.
Resulta que los pulgones son insectos herbívoros que se alimentan de plantas y ofrecen melaza, misma que sirve como alimento para las hormigas. A su vez, éstas protegen a los pulgones de otros depredadores, acto que los expertos denominaron como una “cooperación higiénica”.
El estudio, basado en más de 50 horas de grabación en varios hormigueros, demostró que los pulgones son capaces de utilizar esta relación para ingresar a las cámaras de cría de las hormigas para terminar succionando la sangre de las larvas.
Y es que a pesar de que la cámara de crías es fuertemente custodiada por el resto de hormigas, los pulgones pueden sintetizar la parte externa de su cuerpo gracias a una composición química mucho más parecida a la de las larvas y así, pasar desapercibidos.
Por este motivo, aunque existe una imagen romantizada de las hormigas cuidando de su ganado de pulgones a partir de la película animada, la realidad es que esta historia es solo una parte de lo que en realidad ocurre en el mundo animal.
Incluso, la investigación concluye que existen diversos factores ambientales que podrían explicar el comportamiento agresivo de los pulgones.