A finales de los años 80 y por encargo del reconocido capo del narcotráfico Pablo Escobar, arribó a Colombia una pequeña manada de hipopótamos (Hippopotamus amphibius). Sin embargo, tras la muerte del primero durante un operativo policial en 1993, estos animales quedaron a su suerte, por lo que han ido poblando la región del Magdalena Medio, una calurosa sabana llena de ríos, pantanos y ciénagas.
Precisamente, la reproducción sin control de los hipopótamos ha sido motivo de polémica entre las autoridades y organizaciones locales, pues el asentamiento de dichos animales dentro de un ecosistema que no era suyo ha provocado un importante desequilibrio ecológico.
Por este motivo, en los últimos años se ha planteado la posibilidad de trasladar a poco más de 150 ejemplares a santuarios ubicados alrededor del planeta.
“Esperamos que los permisos requeridos de instituciones del orden nacional puedan ser aprobados en los primeros seis meses de este año, para que este mismo semestre se lleven a cabo los arreglos sobre el envío vía aérea”, declaró Anibal Gaviria, gobernador de la región de Antioquia.
Y es que el mandatario confía en que el gobierno nacional ponga en marcha su estrategia para enviar, por lo menos, a la mitad de estos enormes mamíferos hacia zonas protegidas en México y la India.
“Tanto las informaciones como los documentos ya están dados para que se entreguen esos permisos prácticamente en este momento. Los animales viajarían en guacales muy robustos y no serían sedados por salud”, reveló Gaviria.
“La creciente población de hipopótamos en Magdalena Medio es una situación compleja para sus habitantes, quienes se han visto amenazados por ellos”, advirtió.