Los capibaras figuran entre los roedores más grandes del mundo. Son también conocidos como chigüire o carpincho, entre algunos otros apodos, según las coordenadas geográficas.
Se encuentran a lo largo de América del Sur, siempre muy cerca de alguna fuente de agua constante. El mayor número de ejemplares se ubica en las llanuras compartidas entre Colombia y Venezuela, al norte de Argentina y en toda la Amazonia.
Son mamíferos sumamente sociables. Pueden vivir en grupos que alcanzan hasta los 30 miembros, principalmente como medida de seguridad para protegerse de los depredadores. A pesar de aparearse varias veces al año, la temporada “alta” se concentra durante las lluvias de los meses de abril y mayo.
Las manadas suelen estar conformadas por un macho dominante, el cual está rodeado por varias hembras y sus crías. No suele haber más de un miembro varón en un mismo grupo, dado que sólo uno ostenta los derechos de reproducción con las hembras.
Las capibaras duermen muy poco, casi siempre durante las mañanas y entre los matorrales a las orillas de los ríos. También durante las horas del mediodía, después de revolcarse en el barro, intentando apaciguar las altas temperaturas.
Estos roedores se comunican entre ellos por vocalizaciones. Cuando hay peligros emiten un sonido de alarma muy similar al ladrido de un perro. También generan ronroneos muy similares a los de un gato, en señal de sumisión. Silbidos estridentes, gruñidos o ruidos fuertes son empleados para indicar felicidad.