El cambio climático ha puesto en grave peligro de extinción al pingüino emperador (Aptenodytes forsteri), ya que esta especie depende del mar congelado para completar su ciclo de vida, advirtió una experta del Instituto Antártico Argentino (IAA).
El emperador es uno de los dos pingüinos endémicos de la Antártida junto al Adelia (Pygoscelis adeliae), pero a diferencia de éste, no forma un nido, sino que se reproduce sobre el hielo marino.
No obstante, si el mar congelado se forma más tarde y se derrite antes de tiempo por efecto del calentamiento global, estos ejemplares no llegarán a cumplir su ciclos reproductivos.
“Al desestabilizarse esa plataforma de hielo, los pingüinos bebés no pueden estar emplumados ni preparados para ir al mar”, señaló Marcela Libertelli, bióloga y jefa del Departamento de Predadores Tope del IAA.
“Si el agua los alcanza, no estarán preparados para nadar, y como no tienen plumaje impermeable, que son las plumas definitivas de un ejemplar adulto, inevitablemente morirán de frío y se ahogarán”, agregó.
De acuerdo con las proyecciones climáticas realizadas por Libertelli y su equipo, las colonias de pingüino emperador, que estén ubicadas entre las latitudes 60 y 70 grados sur, desaparecerían durante las próximas décadas; es decir, en 30 o 40 años.
“La extinción de cualquier especie representa una tragedia para todo el planeta. No importa si es chica o grande, animal o vegetal, es pérdida de biodiversidad”, concluyó la experta.
Según datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), a principios de abril, la Antártida registró temperaturas cada vez más extremas junto con lluvias inusuales y desprendimientos de hielo.
Al respecto, la OMM consideró a este fenómeno como una señal de alerta de una “tendencia preocupante”, ya que las capas de hielo antárticas han estado perdiendo masa desde 1990.