Desde su aparición, el cambio climático ha provocado un aumento de las temperaturas globales medias, así como una mayor frecuencia de fenómenos climáticos extremos. Estos cambios de temperatura pueden causar modificaciones en la fisiología, morfología, historia de vida y distribución de las especies animales, entre ellas las mariposas.
Recientemente, un equipo de científicos del Departamento de Zoología de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, confirmó la capacidad de los ejemplares tropicales para mantenerse frescos a temperaturas del aire más altas. Lo anterior significa que hoy día son aptos de “termorregular” y mantener una temperatura corporal equilibrada a comparación de sus primos evolutivos en climas mayormente templados.
Para llegar a esta conclusión, los especialistas observaron las estrategias de las mariposas de América Central para resistir las altas temperaturas, pues se encuentran “mejor equipadas” para lidiar con el calentamiento global de lo que se pensaba anteriormente.
Con redes en mano, los encargados del estudio tomaron la temperatura de más de 6 mil 800 insectos que habitan en Panamá, Austria, la República Checa y el Reino Unido, utilizando una pequeña sonda similar a un termómetro. Luego, compararon la temperatura de cada ejemplar con la del aire circundante o la vegetación sobre la que estaba posada.
Los resultados indicaron que las mariposas tropicales pueden mantener una temperatura corporal más baja a mayor cantidad de grados en el aire circundante que aquellas de climas más templados.
“Las mariposas de diferentes climas ejecutaban estrategias especializadas para calentarse o enfriarse. Sin embargo, factores físicos, en particular el tamaño y la forma de las alas, fueron clave para que las mariposas tropicales mantengan su temperatura corporal en un nivel óptimo”, explicó Andrew Blando, autor principal de la investigación publicada en la revista Global Change Biology.
“Demostramos que los cambios en el tamaño y forma de las alas son importantes para hacerle frente a este fenómeno. Por ejemplo, es probable que las mariposas pequeñas, independientemente de su origen, resulten más afectadas que las grandes”, agregó.
Si bien el presente estudio brinda optimismo en términos de la capacidad de algunas especies de mariposas para vivir en temperaturas cálidas, aún no se sabe cómo podrán hacerle frente a los cambios drásticos como las olas de calor, o qué efecto tendrá un clima más cálido en etapas tempranas de su vida, como orugas o huevos.