Desde que los humanos nos encontramos confinados en casa por causa de la pandemia mundial del coronavirus, en la naturaleza han ocurrido fenómenos que tenían decenas, o quizá centenas de años sin presentarse porque el hombre se adueñó de ellos y su hábitat: bioluminiscencia en playas, cocodrilos en la arena, ballenas cerca de la costa, por mencionar algunos.
Lo mismo sucedió con las águilas de cola blanca. En Inglaterra, especialmente en Norfolk, Kent y Somerset, pudieron apreciarse varios ejemplares de esta especie en los jardines, hecho que no sucedía hace 240 años.
Se trata de una especie en extinción reintroducida el año pasado por la agencia gubernamental Forestry England y la fundación Roy Dennis Wildlife. Cada animal cuenta con un rastreador para analizar su evolución, y fue ese avance de la tecnología lo que permitió ver cómo algunos ejemplares exploran libremente el territorio, con vuelos de más de 160 kilómetros durante varios días.
Las autoridades de la fundación incluso han pedido a los habitantes que si se encuentran con algún águila de cola blanca en su jardín, la reporten y les tomen fotografías o videos, ya que presencian un fenómeno que no sucedía desde 1780.