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En ocho de estos pacientes (2.7 por ciento), hallaron rastros de ARN de un coronavirus canino, sin embargo, el alcance de ese descubrimiento no estuvo claro en ese momento.

Su uso no requiere de laboratorio, sino que se puede realizar en la propia clínica veterinaria mediante la extracción de una muestra de sangre. El resultado se obtiene al poco tiempo.

La primera vacuna del mundo para animales contra el COVID-19 fue diseñada en territorio ruso. Según el regulador agrícola del país, las pruebas han demostrado que los animales de compañía generan anticuerpos de manera efectiva y duradera.

Todo el personal en contacto con las nutrias ha sido sometido a pruebas de COVID-19, dijo el acuario, que no informó de si ha habido algún caso positivo y subrayó que el riesgo de contagio de humanos a animales es “increíblemente raro”.

Los ensayos clínicos iniciaron en octubre del año pasado y contaron con la participación de perros, gatos, zorros, zorros polares, visones y otros animales.

La variante B117, altamente transmisible, se detectó por primera vez en Kent en diciembre y se ha convertido rápidamente en la variante circulante dominante en el Reino Unido, donde representa aproximadamente el 95% de las infecciones. Se ha detectado en al menos otros 85 países del mundo.

En febrero, Karen, otros tres orangutanes y cinco bonobos del zoológico de San Diego recibieron dos dosis de una vacuna experimental para animales desarrollada por una empresa farmacéutica veterinaria, afirma Nadine Lamberski, directora de conservación y salud de fauna en la San Diego Zoo Wildlife Alliance.

Navarro López agregó que también se mantienen en contacto con médicos veterinarios para que, en casos sospechosos, se comuniquen de forma inmediata