Un equipo de investigadores de la Universidad de Zaragoza liderado por la catedrática Mª Dolores Pérez Cabrejas, acaba de desarrollar el primer test rápido para diagnosticar coronavirus en animales de compañía. Su uso no requiere de laboratorio, sino que se puede realizar en la propia clínica veterinaria mediante la extracción de una muestra de sangre. El resultado se obtiene al poco tiempo.
Los animales que conviven con personas infectadas de COVID-19 están expuestos al virus y se pueden contagiar. Desde el punto de vista epidemiológico, aún se desconoce el papel que pueden desempeñar las mascotas en esta infección. Es por eso que los investigadores ven necesario el desarrollo de pruebas diagnósticas específicas que se usen en el ámbito veterinario.
De hecho, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) señala que hay más probabilidad de detectar la infección en los animales usando test serológicos en lugar de otras pruebas diagnósticas, tal y como se ha visto en otras zoonosis víricas (salto del virus del animal al humano) El test rápido desarrollado por los investigadores de Zaragoza ha demostrado que algunas de las mascotas que vivían con personas que tenían coronavirus habían desarrollado anticuerpos frente a SARS-CoV-2, es decir, habían pasado la enfermedad.
Los encargados de desarrollar la prueba tienen una vasta experiencia en la creación de técnicas inmunoquímicas (UNIZAR-IA2), en la expresión y purificación de glicoproteínas (UNIZAR-BIFI) y en inmunología humana (Instituto de Investigación Sanitaria Aragón, IIS Aragón). La empresa de biotecnología aragonesa Zeulab ha colaborado en el proyecto poniendo a disposición de los investigadores el equipamiento del laboratorio de I+D y ha participado en la preparación y validación del prototipo del test desarrollado.
Los expertos recomiendan que si tenemos mascota y contraemos la COVID, sigamos las mismas medidas de aislamiento que con los humanos y evitemos al máximo el contacto físico con nuestros animales para no comprometer su bienestar. Además, la OIE recomienda “mantener en el interior a los animales cuyos propietarios están infectados por el virus de la COVID-19 de conformidad con las recomendaciones similares de confinamiento que se aplican a las personas en el país o área”.
El mes pasado Rusia registró la primera vacuna contra el coronavirus para animales. Estados Unidos también tiene proyectos bastante avanzados. Zoetis y Medgene Labs están trabajando y probando una vacuna contra el COVID-19 en visones. En el caso de Zoetis, en su Centro de Enfermedades Transfronterizas y Emergentes se comenzó el año pasado a desarrollar una vacuna para su aplicación en mascotas, aunque posteriormente se adaptó el proyecto para su aplicación en gorilas y visones.
Aunque en la actualidad no hay evidencia científica de que se haya producido la transmisión de una nueva infección por coronavirus desde otros animales a humanos, las autoridades sanitarias creen que algunas especies podrían funcionar como reservorios del virus, lo que supone un elevado riesgo de salud pública ya que puede conducir a nuevos eventos de zoonosis. El uso de la vacuna, según los científicos rusos, puede prevenir el desarrollo de futuras mutaciones del virus.