El agua, el elemento vital que permite la vida. El cuerpo de un humano adulto está compuesto por un 60% de agua, el cerebro por un 70% y la sangre por otro 80%. Esto es similar en el cuerpo de otros animales, incluso en el organismo de nuestras queridas mascotas.
Como regla general, todos los animales de compañía deben tener libre acceso al agua. De lo contrario, el riesgo de sufrir una deshidratación es alto, situación que podría causarles severos daños e incluso la muerte.
El agua y las mascotas
Como sabemos, los perros disfrutan tomar agua fresca y en abundancia. A éstos se les puede proveer de un contenedor hondo o un dispensador que les ofrezca agua de manera constante. Al terminarse, es importante lavar dichos recipientes diariamente y volverlos a llenar con agua.
Sin embargo, los gatos prefieren tomar agua en recipientes más planos. Esto se debe a su naturaleza nerviosa y desconfiada; de esta forma, podrán observar su entorno mientras consumen sus alimentos, entre ellos este líquido.
En el caso de los roedores y los lagomorfos, como los conejos, un bebedero con boquilla de acero es lo ideal. Y es que gracias a su naturaleza se les dificulta beber agua de un recipiente hondo pues suelen meter las patitas por accidente, humedecer su ambiente y generar bacterias que a la postre, terminarán por enfermarlos.
El baño
Éste es casi tan importante como el agua que se toman. A los perros se les debe bañar cada 21 días. Por su parte, a los cachorros, perros ancianos y perros que pesen menos de 5 kilogramos, se tienen que bañar con agua tibia.
A los mininos se les debe de bañar una vez cada uno o dos meses, sin importar cuántos “baños de saliva” se hayan dado. La limpieza tendrá que hacerse con agua tibia y si no te animas a hacerlo en casa, ya existen lugares especializados de grooming (estética) para gatos.
El agua para otros animales
Aunque te pueda parecer sorprendente, los reptiles desérticos también necesitan un poco de agua de vez en cuando. Lo ideal es rociarlos una vez al día, y a los tropicales entre tres o cuatro veces diarias.
¿Has notado que a tus canarios les gusta bañarse? Pues ¡no son los únicos! Varios tipos de aves disfrutan sumergirse en el agua, en especial durante las temporadas calurosas.