En el mundo de los gatos, donde cada movimiento parece calculado y las miradas guardan misterios, las expresiones faciales son consideradas un lenguaje secreto, tan sutil que podría pasar desapercibido para cualquiera que no preste atención.
Al igual que un músico capaz de responder al ritmo de otro, los mininos pueden reflejar las expresiones de sus compañeros en tiempo real, un comportamiento que los conecta de maneras antes inimaginables.
Este fenómeno, conocido por los científicos como mimetismo facial rápido, es una especie de espejo emocional que no sólo fomenta la armonía social entre compañeros felinos, sino que también podría significar una señal de empatía gatuna.
Recientemente y con ayuda de la inteligencia artificial (IA), un equipo de la Universidad de Haifa, Israel, logró descifrar los gestos secretos que los gatos intercambian en sus interacciones diarias, mismos que arrojan luz sobre un universo social lleno de complejidades, conexiones y sorpresas.
Para ello, Brittany Florkiewicz y Anna Zamansky, líderes de la investigación, desarrollaron un software que analiza las expresiones faciales de dichos animales con un nivel de precisión que supera las capacidades humanas.
Según explican, su sistema utiliza 48 puntos de referencia colocados estratégicamente en el rostro de las mascotas para identificar 26 movimientos faciales únicos, los cuales, combinados, generan cientos de expresiones para comunicarse entre sí.
Tras filmar durante horas a ejemplares interactuando en un café de Los Ángeles, las imágenes recopiladas fueron procesadas mediante un método denominado CatFACS, que clasifica de forma manual las expresiones faciales, mientras que el programa de IA automatizaba este análisis y agregaba una dimensión temporal para detectar patrones en tiempo real.
Los resultados fueron sorprendentes: en alrededor del 22% de las interacciones estudiadas, los gatos reflejaron las expresiones faciales de sus similares. Este mimetismo, aunque sutil, como un leve aplaneamiento de las orejas o una ligera elevación del labio superior, estuvo asociado con comportamientos amistosos en el 60% de los casos.