A partir de este lunes 30 de septiembre, la venta de perros, gatos y hurones en tiendas de España quedó prohibida y sólo se podrá realizar a través de criadores que estén registrados como tal.
Esta medida, que ofreció un periodo de adaptación a estos establecimientos comerciales, forma parte de la Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales, la cual busca garantizar que estas mascotas hayan crecido en buenas condiciones y cuenten con todas las garantías sanitarias.
Según la iniciativa, cuando se realice una venta ésta deberá comunicarse al Registro de Animales de Compañía en el transcurso de los tres días hábiles posteriores.
En caso de incumplir dicho requisito o realizar alguna transacción de manera ilegal, aquellos infractores podrían recibir una sanción económica que va de los 50 mil a los 200 mil euros.