Con el objetivo de concientizar sobre los derechos de los animales, el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW, por sus siglas en inglés) estableció el 8 de agosto como el Día del Gato. Esta fecha se le suma al 20 de febrero y al 29 de octubre para celebrar nuestra histórica relación de aproximadamente 10 mil años con los felinos domésticos, así como impulsar el cuidado y la importancia de la adopción.
El equipo de TresPM Noticias se une a este festejo resolviendo las preguntas más frecuentes acerca de estas mascotas y revelando uno que otro dato curioso.
Un gato para una vida mejor
De acuerdo con un estudio elaborado en Australia, las personas que tienen gatos dieron muestras de ser más seguras de sí mismas, felices y menos nerviosas. Pero no sólo eso, quienes adoptaron un minino disfrutan de una mejor calidad de sueño y mayor capacidad para concentrarse y resolver problemas cotidianos.
¿Por qué los gatos odian el agua?
Una reciente hipótesis publicada por la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos, sugiere que la especie evolucionó en climas secos, donde el líquido vital no era abundante. Dicho entorno hizo innecesario que los felinos desarrollaran afinidad o tolerancia por el agua hasta nuestros días.
¿Por qué los gatos tienen poco pelo en sus orejas?
Judith Stella, científica especializada en bienestar animal de la Universidad de Purdue, Estados Unidos, declaró a la revista Live Science que los roedores vocalizan en un rango de sonidos ultrasónicos y estos felinos pueden oír eso. De modo que la falta de pelaje en la zona de las orejas permite a estos ejemplares enfocar con mayor precisión esas ondas y encontrar al individuo que las emite.
¿Por qué los gatos rasguñan?
Los rasguños responden a algo instintivo de la naturaleza felina. En este caso, expertos de la asociación Cats Protection, con sede en Reino Unido, señalan que existen dos razones principales que detonan dicha acción: para mantener en buen estado sus garras y para comunicarse con sus similares.
¿Por qué los gatos siempre caen de pie?
Los gatos tienen un sistema de equilibrio conocido como “reflejo de enderezamiento”, el cual les permite orientarse y aterrizar de pie.