Este 2023, Marruecos se encuentra viviendo una de las peores sequías de su historia, con una caída del 67% de las lluvias y del 66% de las entradas de agua a los embalses, lamentó Nizar Baraka, ministro de Fomento y Agua.
Tras reunirse con representantes del gobierno marroquí, Baraka ofreció una rueda de prensa, en la cual explicó que la media de las precipitaciones registradas en el país africano durante los últimos tres meses fue de 21 milímetros, es decir, un 67% debajo del promedio anual.
Asimismo, indicó que las entradas de líquido a los embalses, tomando en cuenta el mismo periodo de tiempo, fueron de 519 millones de metros cúbicos, a comparación de los mil 500 millones de metros cúbicos acontecidos el año pasado; mientras que la temperatura media rebasó en 1.3 grados centígrados el promedio anual, situación que provocó un impacto en la evaporación del agua almacenada en los embalses.
“Sin duda, estos datos reflejan la grave situación de sequía que atraviesa Marruecos por quinto año consecutivo, que ha visto reducir sus recursos hídricos de manera alarmante”, señaló Baraka.
Ante tal escenario, el funcionario aseguró que el gobierno de Marruecos adoptará una serie de medidas para mitigar el impacto de la sequía, entre las que destacan la interconexión de los depósitos hídricos y la aceleración de proyectos de desalinización.