El Estado de México, Veracruz y Chihuahua son algunas de las entidades de nuestro país donde más se registran tornados, pues a diferencia de la creencia popular, en territorio mexicano sí que existen dichos fenómenos naturales.
Tomando en cuenta lo anterior, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) decidió crear la primera base de datos histórica sobre el tema, cuyo primer informe reveló que entre los años 2000 y 2023 ocurrieron 773 tornados, arrojando un promedio anual de 61.
A través de su gaceta oficial, la máxima casa de estudios explicó que el presente proyecto se encuentra a cargo de la profesora del Colegio de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras, María Asunción Avendaño García, y recibe el nombre de “Tornados México”.
Durante una conferencia en el Instituto de Geografía de la UNAM, la especialista indicó que los tornados se definen como una columna de aire que rota violentamente en contacto con la superficie del planeta, esto bajo una nube aislada con base horizontal y desarrollo vertical, que suele adoptar formas de “montañas de algodón” y, en ocasiones, puede verse como un embudo.
Dependiendo de su origen, añadió, estos fenómenos pueden clasificarse en dos tipos: los superceldas, que se crean a partir de una tormenta severa de larga duración cuyo viento se encuentra en rotación; y no superceldas o no mesociclón, que suelen ser menos severos y se forman bajo nubes de tipo “cumulus congestus”, caracterizadas por contornos bien definidos y una gran extensión vertical.
Finalmente, Avendaño García precisó que los tornados se miden empleando la escala Fujita-Pearson, misma que los clasifica en las categorías Débil; Fuerte; Violenta; Leve; Moderada; Significativa; Severa; Devastador; e Increíble.
De manera complementaria, la técnica también ofrece detalles acerca de los daños que provocan en casas, instalaciones y edificios.