La sequía, producto de la escasez de lluvias, ha obligado al Canal de Panamá a reducir su tránsito de embarcaciones a 32, una medida que además de disminuir los ingresos, probablemente aumentará el tráfico marítimo.
Esta medida entró en vigor luego de que, diariamente, más de un centenar de embarcaciones hicieran fila para atravesar el Canal, esto sobre la bahía de Panamá, en el Océano Pacífico.
Al respecto, la Autoridad del Canal de Panamá explicó que fue necesario aplicar nuevas restricciones pese a la llegada de la temporada de lluvias al istmo de Panamá y de las continuas acciones de ahorro de agua implementadas durante los últimos meses para mitigar los efectos adversos de la prolongada temporada seca en la cuenca del Canal.
Recordar que el sistema climático de Panamá se rige por un periodo lluvioso y otro seco. El primero comienza en mayo, cuando el ciclo resulta normal y dura aproximadamente seis meses; mientras que la segunda va de diciembre a abril, exceptuando la vertientes del Caribe, donde llueve prácticamente todo el año.
Según cifras estimadas, anualmente el tránsito del Canal ronda los 14 mil buques. Para garantizar que todos pasen, este cuerpo de agua se alimenta de los lagos artificiales Gatún y Alhajuela, que además suministran a la capital panameña, el área metropolitana y zonas aledañas, es decir, a cerca de la mitad de la población de este país centroamericano de alrededor de 4.2 millones de habitantes.
No obstante, cada día resultan más insuficientes, y se hace necesario la búsqueda de nuevas fuentes de almacenamiento en un país que tampoco escapa al efecto de la crisis climática.
“El Canal de Panamá está sufriendo una temporada seca extensa, ya que han sido cinco meses y medio en los que no se registraron lluvias signficativas en la cuenca de la vía”, precisó Erick Córdoba, gerente de la División de Agua.
“De continuar esta situación, nos enfrentaríamos a un 2024 bastante complicado, sobretodo si no se logra recuperar el nivel de los lagos”, alertó.