Una misión científica para cartografiar el océano apoyada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco) ha descubierto, frente a las costas de Tahití, uno de los mayores arrecifes de coral sanos en el mundo.
El arrecife, ubicado a una profundidad de entre 30 y 65 metros, resulta muy valioso debido a sus grandes dimensiones (casi 3 kilómetros de largo) y al estado original de los corales en forma de rosas, que alcanzan hasta los 2 metros de diámetro.
“Se trata de un descubrimiento por demás inusual porque, hasta ahora, la gran mayoría de los arrecifes de coral conocidos se encuentran a una profundidad de hasta 25 metros, por lo que es muy probable que existan arrecifes de gran tamaño, a más de 30 metros bajo el mar, en la `zona crepuscular´ del océano que aún desconocemos”, señaló la Unesco mediante un comunicado oficial.
“Este notable descubrimiento en Tahití demuestra una vez más el increíble trabajo de los científicos que, con el apoyo de la Unesco, amplían nuestros conocimientos sobre lo que hay debajo del mar”, destacó por su parte Audrey Azoulay, directora general de la organización.
Los arrecifes de coral son estructuras subacuáticas hechas del carbonato de calcio secretado por estos animales coloniales. Entre sus beneficios, destaca ser la importante fuente de alimento para otros organismos marinos, por lo que su localización puede ayudar a futuras investigaciones sobre la biodiversidad.
Asimismo, los arrecifes pueden proporcionar protección contra fenómenos naturales como los tsunamis.