Los esfuerzos de la India por reducir su contaminación en el aire se han visto afectados por fallos estructurales y promesas incumplidas; un fracaso que están pagando con su salud los más de mil 350 millones de habitantes de este país asiático.
Ejemplo de ello es que 35 ciudades indias se ubican entre las 50 urbes más contaminadas del 2021, según el último informe oficial; donde todas ellas superan los 59 micrómetros por metro cúbico de partículas PM 2.5, consideradas como las más peligrosas para la salud, frente a los 10 um/m3 máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De hecho, la propia OMS señala que este tipo de contaminación en el aire provoca anualmente 4.2 millones de muertes alrededor del mundo.
En ese sentido, los especialistas señalan como los principales responsables de la degradación del aire en la India a los gases tóxicos generados por el sector de la construcción; los tubos de escape de los vehículos de uso privado; y a la quema de biomasa en las zonas rurales.
El último de los esfuerzos por mejorar esta situación lleva por nombre Plan Nacional de Limpieza del Aire, el cual acaba de cumplir su tercer año y que tiene como propósito reducir entre un 20% y 30% los niveles de contaminación en todo el territorio nacional, teniendo como fecha límite el año 2024.
Pero a pesar de que la iniciativa ha traído consigo ligeras mejoras en los niveles de contaminación por partículas PM 2.5 y PM10, dicho avance no es suficiente para cumplir el objetivo establecido.