La población del lobo mexicano, especie en peligro de extinción, creció en Estados Unidos durante los últimos cinco años, informó el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (USFWS, por sus siglas en inglés).
Existen al menos 186 ejemplares silvestres en Arizona y Nuevo México, de acuerdo con los resultados del último monitoreo anual; 2020 fue el quinto año consecutivo que registró un aumento en su número.
La población de esta subespecie del lobo gris creció 14 por ciento con respecto al 2019.
Brady McGee, coordinador de la recuperación del lobo mexicano, detalló que casi la mitad de los 124 cachorros que nacieron el año pasado sobrevivieron.
"La producción y reclutamiento de cachorros en la población silvestre es extremadamente importante para la recuperación de esta especie. Estamos encantados de ver que este número sigue aumentando", apuntó el especialista del USFWS en un comunicado.
El lobo mexicano (Canis lupus baileyi) llegó a distribuirse desde el sur de Estados Unidos hasta la cuenca del Valle de México; sin embargo, a mediados del siglo 20 se convirtió en el objetivo de una campaña agresiva de erradicación en ambos países.
Para la década de 1970, estaba al borde de la extinción, por lo que los gobiernos de los dos países acordaron colaborar para recuperar a la especie, que aún se encuentra en la categoría de "En peligro de extinción" en México, según la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
Bryan Bird, director del programa del Suroeste de la organización Defenders of Wildlife (Defensores de la Vida Silvestre), consideró positivo el incremento de la población en Estados Unidos, pero expresó su preocupación por la condición precaria en la que continúan.
A decir del experto, es necesario demostrar que las personas pueden coexistir con los lobos para el éxito de la recuperación a largo plazo.
Ganaderos y residentes rurales de las regiones montañosas de Arizona y Nuevo México, donde viven los lobos mexicanos, aseguran que la muerte de ganado debido a los depredadores aumenta conforme crece la población de la especie.
Según los vecinos, los lobos son más intrépidos a pesar de los esfuerzos que realizan para ahuyentarlos con jinetes a caballo o con cercas que rodean al ganado.
"Si bien es alentador ver un aumento en los lobos, la diversidad genética limitada y las altas tasas de matanza ilegal continúan ralentizando los esfuerzos de recuperación", alertó Bird.
En 2020, el equipo de recuperación del lobo mexicano colocó 20 cachorros nacidos en cautiverio en siete manadas silvestres con el fin de aumentar la diversidad genética de la especie.