Estados Unidos debe fijar un objetivo para recortar sus emisiones de gases de efecto invernadero entre un 57 y 63 por ciento bajo los niveles de 2005 antes de 2030 para lograr la meta de largo plazo del Gobierno de Joe Biden de alcanzar emisiones netas cero para 2050, según un nuevo análisis publicado este jueves.
Climate Action Tracker (CAT) analizó los planes de Biden para eliminar el dióxido de carbono del sector de la electricidad, edificios comerciales y flotas nuevas de vehículos y halló que para que Estados Unidos haga su parte para limitar el aumento de las temperaturas globales a 1.5 grados Celsius, debe recortar al menos un 57 por ciento sus emisiones antes del fin de la década.
El análisis se conoce antes de que Estados Unidos anuncie su nuevo compromiso con el Acuerdo de París para 2030, conocido como Contribución Determinada a Nivel Nacional, antes de la cumbre sobre clima que el país albergará el 22 de abril.
Autoridades de la Unión Europea y grupos de activistas en favor del medioambiente están pidiendo a Washington que reduzca sus emisiones al menos un 50 por ciento esta década bajo los niveles de 2005.
"Si Estados Unidos toma una medida tan fuerte, repercutiría en todo el mundo y haría que otros países también adopten el tipo de objetivos que necesitan para hacer realidad el cero neto global", dijo Bill Hare de Climate Analytics, socio del CAT con el NewClimate Institute.
Otros grupos ambientalistas, incluida la Unión de Científicos Preocupados (UCS, en inglés), se han sumado al Instituto de Recursos Mundiales, el Fondo de Defensa Ambiental y el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, en torno al consenso de que se requiere un objetivo de reducción del 50 por ciento para 2030. El equipo climático de Biden, dirigido por la asesora nacional del Clima, Gina McCarthy, y el enviado climático, John Kerry, está trabajando con todas las agencias gubernamentales y celebrando reuniones con empresas de servicios públicos y automotrices mientras elabora su nuevo objetivo. El informe de CAT dice que el plan del Gobierno de Biden para eliminar el dióxido de carbono del sector eléctrico de Estados Unidos antes de 2035 es consistente con la vía del Acuerdo de París, pero necesita fortalecer los planes para reducir las emisiones en edificios y vehículos.