Algunas de las fabricas chinas más importantes están tomando la decisión de expandirse a países donde no “llegan” los aranceles de Estados Unidos, con el objetivo de permanecer fuera del alcance de las protecciones comerciales de Washington.
Para ello, las empresas deberán reducir repetidamente su producción en los centros ya existentes mientras construyen las nuevas instalaciones. Una vez terminadas, éstas les permitirán eludir los aranceles y dominar los mercados estadounidenses y mundiales a pesar de las constantes impuestos por parte del país americano durante más de una década, diseñados para frenarlas.
De acuerdo con medios locales, en los países vecinos de China, como lo son Indonesia y Laos, poco a poco están apareciendo una serie de nuevas plantas de propiedad del gigante asiático, cuya capacidad planificada resulta suficiente para abastecer, aproximadamente, la mitad de los paneles instalados en Estados Unidos durante 2023.
Hoy día, China representa alrededor del 80% de los envíos solares a nivel mundial, mientras sus centros de exportación en otras partes de Asia conforman gran parte del resto.