En un final de infarto que quedará grabado en la historia de la Serie Mundial, los Dodgers de Los Ángeles se coronaron campeones 2024 tras vencer a los Yankees de Nueva York en un dramático quinto juego (7-6). Una victoria agridulce, teñida por la reciente pérdida de su leyenda, Fernando Valenzuela, a quien este triunfo se le dedicó con fervor.
El juego, una montaña rusa de emociones, vio a los Yankees tomar una ventaja inicial de 5-0. Pero la insistencia de los Dodgers, alimentada por la memoria del "Toro", brilló en el quinto episodio, donde tres errores inexplicables de los neoyorquinos borraron la diferencia.
La tensión se palpaba en el Yankee Stadium. En la parte baja de la octava entrada, con corredores en primera y segunda, el relevista Blake Treinen ponchó a Anthony Rizzo, congelando la esperanza yanqui. Inmediatamente después, Mookie Betts conectó el batazo que marcó la diferencia, un elevado que aunque parecía un out, se convirtió en la carrera decisiva gracias a la incapacidad de Aaron Judge para evitar la anotación de Tommy Edman.
El triunfo no fue fácil. Dave Roberts, manager de los Dodgers, sufrió hasta el último momento ante la ofensiva de los de "Manhattan". Pero la noche fue de los Dodgers, de sus cañoneros, que respondieron con la potencia que los caracteriza. El Grand Slam de Freddie Freeman en el primer juego y su cuadrangular en el segundo fueron solo un preludio de la electrizante final.
Este campeonato, esperado durante más de 43 años, es un triunfo dedicado a la memoria de Fernando Valenzuela. Un título que, como dicen muchos, estaba escrito en las estrellas, protegido por el espíritu del "Toro" desde el cielo. Los Dodgers, con su octavo título de Grandes Ligas, escribieron un nuevo capítulo en su gloriosa historia, un capítulo que nadie olvidará.