Las esperanzas de Julio Urías por retomar su carrera en México se han desvanecido rápidamente. Tras su arresto por violencia doméstica en septiembre de 2023, el lanzador mexicano ha enfrentado duras consecuencias legales que amenazan con sepultar su trayectoria deportiva.
Urías fue sentenciado a tres años de libertad condicional, 30 días de servicio comunitario y la finalización obligatoria de un curso intensivo sobre violencia doméstica. Estas medidas no solo paralizaron su camino en la MLB, sino que también avivaron las especulaciones sobre un eventual regreso a la Liga Mexicana de Béisbol (LMB).
Sin embargo, la LMB fue clara al cerrar por completo esa posibilidad. Horacio de la Vega, presidente de la liga, recalcó que ningún jugador en proceso judicial podrá ser contratado por alguna franquicia, reflejando una política firme y consensuada contra la violencia doméstica.
A diferencia de la LMB, la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) adoptó una postura más prudente pero abierta. Carlos Manríquez, al frente de la LMP, sostuvo que si Urías limpia su expediente y demuestra aprendizaje, podría encontrar un espacio en la liga invernal.
Por ahora, Urías permanece en una especie de limbo profesional. Aunque su talento en la lomita es indiscutible, sus problemas extradeportivos le han cerrado muchas puertas, dejando su futuro pendiente de un hilo.