Esta extraña condición, presente en menos de 4% de la población mundial, es conocida como seno preauricular, y se trata de una anomalía congénita que muy probablemente forma parte de los rasgos evolutivos de nuestra especie; una muestra de la herencia común que compartimos con los peces y otros organismos acuáticos, pero…
¿Por qué se forma el seno preauricular?
El origen de este agujero en el oído se debe a los arcos branquiales, una estructura común del periodo embrionario de nuestra especie que contribuye a formar la faringe y el oído en los mamíferos, mientras que en otras especies acuáticas da forma a las branquias.
La teoría más aceptada en la actualidad indica que el seno preauricular se forma cuando el desarrollo de los arcos branquiales es incompleto, aproximadamente entre la cuarta y octava semana de gestación. Este agujero en el oído puede ser esporádico o heredado.
Si te fijas con atención, es probable que padres, hermanos o abuelos compartan este rasgo. Según diversos estudios, las poblaciones asiática (entre 2 y 5%) y africana (del 4 al 10%) poseen mayores probabilidades de presentarlo, mientras que en los Estados Unidos la prevalencia apenas alcanza un 0.9%.
En la gran mayoría de casos, este agujero en el oído es completamente benigno y no causará ninguna molestia a lo largo de la vida. No obstante, en algunos casos contados, el seno preauricular puede causar molestias si se infecta y, por lo tanto, presentar inflamación y dolor.