Alguna vez te has preguntado ¿Cuánta agua existe en el planeta?
Lo cierto es que, esta pregunta es constante dentro de la comunidad científica que, a lo largo del estudio en torno al líquido vital, intentan dar respuesta a este paradigma de la ciencia.
Un diamante, que bien pudo haber sido como cualquier otro, común y corriente, hoy en día es considerado la joya de la ciencia y no precisamente por su valor monetario.
Desde el punto de vista de la industria de la joyería, un diamante defectuoso reveló la existencia de agua a gran profundidad bajo la superficie terrestre, teoría que, si bien ya se tenía ahora gracias a la presencia de un mineral incrustado se ha podido confirmar.
El estudio fue publicado en la revista Nature Geoscience y en él se menciona que el análisis de un diamante contaba con una inclusión de ringwoodita que se formó a la increíble profundidad de 660 kilómetros bajo la superficie terrestre.
La ringwoodita es un mineral nesosilicato y su presencia en el diamante ha confirmado la presencia de agua ligada a minerales a esa profundidad.
Este tipo de minerales tiene una alta capacidad para almacenar agua por lo que ahora se sabe que el manto terrestre podría albergar cantidades de inimaginables de este líquido. Una teoría plantea que el interior de la Tierra dónde se cree esta este cúmulo de agua podría llegar a tener un volumen de 6 océanos juntos.
Lo interesante de esta teoría es qué, el agua no se encontraría formando estas enormes masas de agua, sino, atrapada en el cúmulo de materiales sólidos que se cree se encuentran bajo superficie.
Ahora más que nunca se hace alusión al llamado planeta azul, sabiendo que su superficie se encuentra cubierta en un 70% por agua, pero bien, el agua de los grandes océanos puede ser transportada a través de los minerales que se encuentran a profundidades y son regresados a la superficie terrestre cómo resultado del vulcanismos y actividad sísmica.
En la actualidad, solo se ha podido penetrar 12 kilómetros de profundidad, razón por la que el estudio de aguas profundas ha tenido complicaciones.
El diamante que se analizó pertenece a una gema tipo IaB de la mina Karowe en Botswana y de acuerdo con el grupo de científicos dirigidos por Tignting Gu son «minerales recuperados del manto inferior ringwoodita + ferropericlasa + enstatita con bajo contenido de Ni (MgSiO 3) en una inclusión polifásica, junto con otros minerales principales del manto inferior y fases hídricas, ubican su origen en ~23.5 GPa y ~1,650 °C, correspondientes hasta la profundidad en la discontinuidad de 660 km».
Recordemos que dentro de las teorías que planteaba el famoso escritor Julio Verne en una de sus obras, hablaba de un océano subterráneo, por lo que podemos concluir que el dramaturgo encargado de crear exitosas novelas de ciencia ficción, no estuvo equivocado.
Fuente: ensedeciencia.com