Salir al espacio exterior implica sentir frío. Y mucho. Según las mediciones más recientes de la NASA, la temperatura promedio es de —270ºC, que sobrepasa por poco el ‘cero absoluto’. Esto quiere decir que, en estos espacios, casi no hay movimiento de moléculas. Por lo cual, la vida como la conocemos sobre la Tierra se vuelve imposible.
Sin embargo, hay áreas que son todavía más gélidas, según descubrió recientemente un equipo de científicos de la Universidad de Londres. Conocidos como ‘espacios vacíos’, alcanzan temperaturas muy por debajo del promedio de planetas, asteroides y otros cuerpos celestes. Según la investigación, éste podría ser el lugar más frío del Sistema Solar.
Antes que nada, es importante entender cómo se hacen las mediciones de temperatura en el espacio exterior. De acuerdo con Ian Crawford, profesor de ciencia planetaria y astrobiología en la Universidad de Londres, hay dos mecanismos principales. Primero, al observar la radiación infrarroja. Después, en función de la luz solar que reciben las áreas analizadas.
En el caso del lugar más frío del Sistema Solar, la medición no fue tan sencilla. Don Pollacco, profesor de astronomía en la Universidad de Warwick, explicó a Live Science que «nunca nada es sencillo en astronomía, principalmente porque siempre estás observando, en lugar de interactuar».
Por ello, siempre se habla de estimaciones, en lugar de cifras absolutas. Estos números dependen de modelos matemáticos complejos, que se aplican a dispositivos específicos para investigar el espacio exterior. Por ello, apunta el especialista, todo depende «de qué tan buenos son realmente sus supuestos y qué tan detallado es el modelo físico que está utilizando».
¿Cuál es el lugar más frío del Sistema Solar?
Aunque podría parecer que el lugar más frío del Sistema Solar se encuentra más lejos del Sol, las mediciones de este equipo británico demuestran que éste no es el caso. Según muestran los datos recopilados, lo más probable es que se encuentre muy cerca de la Tierra —y que, de hecho, se encuentre en la Luna.
Desde 2009, los astrónomos de la NASA sugirieron que el lugar más frío del Sistema Solar podría estar escondido en las profundidades de los cráteres lunares. En 2022, durante la Lunar and Planetary Science Conference, científicos de la Universidad de Arizona confirmaron la teoría, con base en los cráteres lunares «doblemente sombreados» que se han observado recientemente.
Patrick O’Brien, especialista de la institución, asegura que estos espacios profundos no tienen contacto con la luz solar para nada. Así explicó el fenómeno en un comunicado:
«[LOS CRÁTERES] ESTÁN PROTEGIDOS NO SOLO DE LA ILUMINACIÓN SOLAR DIRECTA SINO TAMBIÉN DE FUENTES DE CALOR SECUNDARIAS», DETALLA EL ESPECIALISTA, «[COMO LO SON] LA RADIACIÓN SOLAR REFLEJADA EN LAS ÁREAS ILUMINADAS CERCANAS, ASÍ COMO LA RADIACIÓN TÉRMICA EMITIDA POR ESAS SUPERFICIES CÁLIDAS».
Estos ‘escudos’ naturales hacen que los cráteres lunares sean todavía más fríos, según sus mediciones, que la misma superficie de Plutón. A pesar de que esto es cierto, la temperatura de estos espacios en la Luna no se compara al frío promedio de la Nube de Oort, en las periferias del Sistema Solar. Se piensa que, de ahí, nacieron varias estrellas, planetas y cuerpos celestes con los que convivimos todos los días —y sí, es mucho más fría que los cráteres más oscuros de la Luna.
Fuente: ngenespanol