Construida hace más de 4 mil 500 años, la Gran Pirámide de Guiza representa uno de los monumentos más icónicos del mundo antiguo y un destacado ejemplo de la ingeniería de los egipcios.
A lo largo de la historia, esta icónica estructura ha sido fotografiada por innumerables personas desde diferentes ángulos y perspectivas. Sin embargo, hace poco se reveló que en realidad dicha tumba posee ocho lados, y no cuatro como se pensaba.
De acuerdo con el investigador japonés Akio Kat, quien fue el encargado de publicar este descubrimiento, detectó una ligera concavidad en cada una de las caras de la pirámide. Estas divisiones, casi imperceptibles a simple vista, crean un efecto de ocho lados en lugar de las cuatro tradicionales que se observan desde lejos. El fenómeno en cuestión resulta más evidente al amanecer y al atardecer, cuando la luz del Sol proyecta sombras que evidencian la verdadera forma de la obra.
“La Gran Pirámide de Guiza tiene la característica de concavidad, ya que cada uno de sus cuatro lados está ligeramente hundido a lo largo de su línea central…Aplicando la geometría a un plano inclinado, demostramos que esta concavidad podría derivarse de su estructura interna de hiladas inclinadas hacia adentro suavemente con dirección al centro de cada hilada”, explicó el también matemático para la revista Archaeologycal Discovery.
Cabe mencionar que esta característica no se trata de una ilusión óptica, aunque no se percibe de inmediato en las fotografías. Además, tiene un trasfondo que ha contribuido a que la pirámide permanezca en pie durante miles de años.
“Las capas inclinadas, junto con la base reforzada, fueron necesarias para la estabilidad a largo plazo de la Gran Pirámide de Guiza contra las severas fuerzas naturales, como la alta compresión gravitacional, los terremotos y las tormentas de lluvia”, precisó Kat.
*Fuente: National Geographic