Sólo el 37% de las aguas europeas están en buen estado ecológico: AEMA
Bajo ese contexto, el mismo informe señala que la contaminación, la degradación de los hábitats, la sobreexplotación de los recursos acuíferos y los impactos del cambio climático suponen una presión continua, y apuntan a la necesidad de mejorar la resiliencia hídrica a través de una mejor gestión del líquido vital.