En su último reporte, la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) alertó que el estado de las aguas en la Unión Europea (UE) no mejora y todavía se encuentra lejos de los objetivos marcados por la Directiva Marco del Agua Comunitaria para 2027, con sólo el 37% de aguas superficiales en buen estado ecológico y un impacto limitado de las medidas actuales.
Bajo ese contexto, el mismo informe señala que la contaminación, la degradación de los hábitats, la sobreexplotación de los recursos acuíferos y los impactos del cambio climático suponen una presión continua, y apuntan a la necesidad de mejorar la resiliencia hídrica a través de una mejor gestión del líquido vital.
Para llegar a esta conclusión, se analizaron más de 120 mil masas de agua en superficie y 3.8 millones de kilómetros de aguas subterráneas en la UE y Noruega, además de incluir datos de 19 Estados Miembros, que a su vez representan el 85% del total de aguas superficiales y el 87% de subterráneas en toda la comunidad política.
“La salud de las aguas europeas no es buena. Nuestras aguas están afrontando un conjunto de retos sin precedentes que amenazan la seguridad hídrica…Necesitamos redoblar los esfuerzos para restaurar la salud de nuestros valiosos ríos, lagos, aguas costeras y demás recursos acuíferos”, precisó la directora de la AEMA, Leena Ylä-Mononen.