La primera minoría
Retorno a la normalidad
- Muy festejosos los diputados locales aprobaron en tiempo y forma para esta elección la prohibición de postular como candidatos a agresores de género y deudores alimentarios. En la práctica, sin embargo, la norma es claramente inoperante. Pese a los señalamientos y hasta las sentencias en contra de algunos abanderados, bajo el argumento de que ninguno se encuentra registrado en la lista de agresores del Instituto Nacional Electoral (INE) o, incluso, de la falta de interés jurídico de las promoventes de las denuncias electorales, con todo y que sean las presuntas víctimas. En conclusión, no hay nada de que vanagloriarse por leyes que se crean pero no se aplican por resquicios jurídicos o falta de disposición institucional.
- Más allá de la militancia partidista que se interesó en las campañas políticas, los ciudadanos vieron pasar estas campañas en el cochinero habitual de los partidos políticos. Vacías, sin propuestas nuevas y sin caras nuevas, al menos en el Estado de México, las campañas políticas no atrajeron la atención de los ciudadanos, quienes no se identificaron con los candidatos pero que deben salir a las urnas el próximo domingo. Sea cual sea el resultado, si la votación es escasa, los partidos políticos deberán replantearse su forma de llegar a la ciudadanía y de despertar interés entre la población, aunque por el contrario no buscan convencer al electorado, sino ser la primera minoría.
- Lo malo (para los funcionarios) de que se terminen las campañas políticas, es que nuevamente se centra la atención en las deficiencias en servicios y en situaciones de seguridad que se presentan en el Edomex. Con el fin del periodo electoral, comenzarán a retumbar nuevamente temas como la violencia de género, el feminicidio, la pobreza, el desempleo, la activación económica y el regreso a clases. Estos temas junto con la pandemia y la inmunización marcarán la agenda durante las siguientes semanas, y nuevamente los funcionarios estatales y municipales buscarán mil pretextos para no hablar de temas incómodos.